¡Hola!
Continuamos este repaso a algunas de mis obras favoritas de terror. Y en esta ocasión, voy a hablar de algo que seguro que conoces… pero no así. Porque seguro que has oído hablar de Locke and Key, pero… ¿conoces el cómic original?
Porque sí, la serie de Netflix ha tenido un gran éxito, y sabemos que no tardará mucho en estrenarse su segunda temporada. Pero el origen de la historia surge de la retorcida mente de Joe Hill y de los magníficos lápices de Gabriel Rodríguez. Hill, por si no lo sabes, es hijo de Stephen King (de casta le viene al galgo, como se suele decir), y empieza a ser tan prolífico como su padre, no solo en cómic sino también en novelas, cine, etc. Gabriel Rodríguez por su parte no se ha prodigado tanto, pero aún así ha realizado algunos números de Superman además de ilustrar esta, sin duda su gran obra.
¿Y por qué este cómic es de mis favoritos? Para empezar porque la atmósfera que tiene es soberbia. Los dibujos de Rodríguez, capaces de reflejar la inocencia de sus protagonistas, los hijos de la familia Locke, magníficamente, contrastan con los ambientes y situaciones de drama y tensión que crea Hill en la historia. Lo que parecen juegos acaban llevando a horrores innombrables, personajes intrascendentes ocultan secretos terribles, y los pecados de los padres acaban siendo pagados por los hijos de las peores maneras…
¿Estoy siendo poco claro? Sí, y a propósito. No quiero revelaros nada porque quiero que lo disfrutéis por vosotros mismos. Da igual si no has visto ni un capítulo de la serie o si te la has repasado una y otra vez, no te esperas lo que vas a encontrar en este cómic. Así que hazme un favor, y pídele a tu librero de confianza que te lo consiga. Panini ha editado en dos tomos en tapa dura la historia completa. Si quieres pasar escalofríos, no dudes y hazte con él.
